El responsable de un bar de Càrcer era detenido por la Guardia Civil por un delito contra la salud pública. Vendía y distribuía cocaína a sus clientes en el establecimiento que regentaba que se localiza a escasos metros de un centro educativo. En su negocio guardaba, además, tabaco de contrabando, bebidas alcohólicas sin los precintos adecuados y alimentos caducados. ¡Todo un ejemplo, vaya!